Sin duda alguna, una cerradura de puerta es uno de los más básicos y necesarios sistemas de seguridad que se deben tener en casa. Los modelos, mecanismos y forma de apertura son variados y, actualmente, es posible conseguir el que se adapte a las necesidades particulares.
Sin embargo, si existe un aspecto que poco se aborda es cómo realizar el mantenimiento de una cerradura de puerta. Por lo general, este tipo de trabajo lo llevan a cabo cerrajeros que cuentan con las herramientas necesarias. Pese a ello existen algunos trucos que cualquier pueda implementar.
La limpieza como prevención
Limpiar una cerradura de puerta es algo muy sencillo que genera magníficos resultados. Ni siquiera es necesario destaparla o intentar introducir artefactos en su interior. Lo recomendable es utilizar paños húmedos que eliminen el polvo y la mantengan libre de barro o tierra, así como otras sustancias que puedan entorpecer su funcionamiento.
Este modelo de limpieza como prevención es de gran ayuda, ya que evita que las cerraduras adquieran suciedades que dañarlas o atascar las llaves.
En el caso de que se tenga una cerradura de puerta de madera, si se nota algún desperfecto es importante notar si hay humedad. Vale la pena recordar que esta daña la madera y, por ende, puede alcanzar a la propia cerradura.
Evitar daños en el interior
Los daños en interior hacen que una cerradura de puerta tenga poca vida útil. Estos se originan por malos tratos a la puerta, como trancarla con violencia o usar llaves que no corresponden para abrirlas.
También existen casos en los que, queriendo evitar que las llaves se tranquen, algunas personas aplican aceites lubricantes. Esto, lejos de mejorar el desempeño de una cerradura de puerta, solo conlleva a que se dañe con mayor rapidez ya que puede alterar el funcionamiento de pernos o pistones.
Reparaciones a tiempo
Si una cerradura de puerta presenta algún desperfecto, la mejor manera de resolverlo es llamando a un cerrajero para que realice la reparación a tiempo. Si se deja que el fallo persista es posible que el mecanismo se torne obsoleto y la cerradura se dañe por completo.
De cualquier manera, la mejor forma de prevenir estos daños es utilizando las llaves adecuadas, evitando golpes y limpiándola de manera regular para que su mecanismo interno se mantenga intacto durante mucho tiempo y proporcione mayor seguridad en el hogar.